Recurriendo a información experimentada, trato de resumir una publicación de Jonathan Foley, Director del Instituto de Medioambiente en la Universidad de Minnesota.
Preside allí la cátedra McKnght de sostenibilidad global.
ALIMENTACIÓN SOSTENIBLE.
En la actualidad 1000 millones de personas sufren hambruna. Para el 2050 la población habrá aumentado en 2000 o 3000 millones, aumentando el consumo, la demanda de carne y biocombustibles.
Las malas prácticas agrícolas se convierten en la mayor amenaza para el medioambiente: deforestación, empobrecimiento de tierras, contaminación, gases de efecto invernadero.
La humanidad debe enfrentar 3 retos: garantizar la nutrición adecuada, duplicar la producción de alimentos en los próximos 35 años y lograr ambos objetivos de un modo sostenible implicando otro triple desafío, minimizar emisiones, reducir las pérdidas en Biodiversidad y racionalizar el consumo y contaminación de las aguas.
Se presentan algunos conflictos: La agricultura no rinde al máximo, la destrucción de selvas y sabanas para aumentar las tierras cultivables y plantíos, gran parte de los cultivos son para alimentar animales. Las escasas tierras vírgenes son vitales para la estabilidad.
Satisfacer la demanda mundial de alimentos resultaría menos difícil si todo cuanto se cultiva se destina al consumo humano. 60% de cultivos (cereales, leguminosas, aceites vegetales, hortalizas y frutas) para humanos. 35% para raciones y forrajes para ganado. 5% para biocombustibles.
Sabemos que gran parte de las aguas dulces están afectadas, usando 4000 km3 de agua dulce al año (70% para regadíos) extraída de ríos y acuíferos. En consecuencia la desaparición o reducción del caudal. El agua, no sólo se vuelve más escasa, sino también más contaminada.
La agricultura moderna ha impulsado de modo extraordinario el desarrollo. Es imposible ignorar la limitación, la capacidad de expansión y el creciente daño ambiental. Si se desea aumentar la producción de alimentos despejando más tierra, utilizando más agroquímicos y agua, se perjudican los ecosistemas, pero por el contrario, si dedicamos esfuerzos para restaurar ecosistemas y abandonamos tierras hoy dedicadas al cultivo, se reduce la producción.
Para ello se proponen soluciones en torno a 5 ejes centrales para aplicar en modo conjunto.
1: Detener la expansión de la agricultura. No perder tierras cultivables evitando la degradación y urbanización. Normas de certificación. Políticas de biocombustibles.
2: Eliminar las disparidades de rendimiento. Estimular el rendimiento de las tierras menos productivas sobre todo en países donde sufren hambruna. Eliminar la diferencia entre la productividad de la cosecha actual y lo que podría dar mayores rendimientos con una gestión más adecuada.
3: Utilizar con mayor eficacia los recursos para enfrentar el impacto ambiental, en función de maximizar las cosechas por unidad de agua, abono, energía. Agua: Riego por goteo, recubrir suelos, control de pérdidas. Abonos: utilizar en justa medida. El 10% de las tierras cultivadas del mundo generan el 30% a 40% de contaminación por fertilizantes agrícolas. Restaurar humedales que ayuden a filtrar nutrientes arrastrados. Reducir el laboreo con agricultura de precisión y adoptando técnicas de cultivo ecológico.
4: Disminuir el consumo de carne. Si se siguiera una dieta estrictamente vegetariana la producción de calorías aumentaría en un 50%. Dedicar más cosechas al consumo humano en lugar de engorde de ganado. Consumir carne de ave o cerdo (requieren menos recursos). Consumir ganado únicamente proveniente de ganadería extensiva.
5: Reducir desechos. 30% de los alimentos producidos se desechan, se pierden, se estropean. En países rícos los desperdicios son producidos por el consumidor, por ejemplo en restaurantes. En los países pobres es similar, pero se originan en el productor, como consecuencia de las malas cosechas, conservación deficiente, carencia de infraestructuras, o en los mercados que hacen llegar los productos a destino. Soluciones: Almacenaje, conservación, distribución. Además, usar instrumentos de comercialización eficaces para conectar la producción con la demanda.
La idea de los ejes anteriores es aplicarlos en conjunto, para encarrilar los problemas de suministros de alimentos y de agresión al medio ambiente. Poder aumentar la disponibilidad de un 100% a un 180% sobre la producción actual, usando una nueva metodología, un sistema alimentario sostenible, con eficacia nutricional, social, ambiental, producción responsable de alimentos que alcance las economías de escala. Sistemas de certificación, etiquetado, puntuación, calidad, procedencia.
Una Red de sistemas agrícolas existentes son la base para afrontar las necesidades mundiales de alimentación y atención al ambiente.
"Alimentar a 9.000.000.000 de personas de modo sostenible, representará uno de los más grandes retos que se le han planteado a la civilización. Exigirá imaginación, determinación y duro esfuerzo de un sin fin de personas en todo el mundo. No hay tiempo que perder."
Bibliografía:
"Alimentación sostenible". Jonathan A. Foley. Revista Investigación y Ciencia, Enero 2012.

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